LAS CARTAS QUE DEBÍA
Rafael Soler
Ediciones Vitruvio, 2011
A pecho descubierto
Hay un hilo que enhebra cada poema y los hace partícipes de un único mensaje. La poesía, que es un medio único de expresión y algo más que un relato de situaciones y sentimientos, se define absoluta en este poemario de Rafael Soler, editado por Vitruvio, cuya factura lleva el sello inconfundible de su autor.
Un autor a pecho descubierto, gracias a un entramado de situaciones que le acercan al lector, un autor que se presenta ávido de comunicar a través de poemas misiva, de personajes metafóricos cuya finalidad es la de emitir el mensaje intransferible del poeta y que aportan reminiscencias de otros géneros en los que Rafael Soler se desenvuelve con maestría, como la novela. Pero aquí, en este volumen de poemas, el autor deambula entre un sufrimiento existencial propio y el sentido trascendente de lo humano, desgarrando humanismo, perfilándose en el trazo de un lápiz invisible que transmite con la fiereza del Hubble.
La vuelta, el regreso, la sequedad de la consciencia, la madurez, como armas de un quijote que se adentra en el humanismo más profundo de su ser e indaga la raíz misma de su existencia.
Rafael Soler |
Será Ella, para el autor, el nexo de unión de un sentimiento que trasciende a la voracidad del sexo o al cariño de la relación, la metáfora que le permite instalar la pluma en los tinteros más profundos de su sentir como poeta. Y, con la misma trascendencia poética, la Música se convierte en protagonista y excusa que supera la escritura y la envuelve como si se tratara de una imagen poética que traslada al lector a su propio imaginario para que pueda completar el riego comunicativo que con tanta facilidad ha creado.
Así, Rafael Soler nos habla desde las páginas de Las cartas que debía como si hablara consigo mismo, sentado delante de un café en el velador de algún lugar oscuro del mundo, con un gin-tonic entre las manos. Otra vez ahí, en esos lugares comunes tan ágiles y veraces que son su toma de tierra, tan necesaria.
Rafael Soler nació en Valencia y reside en Madrid, donde ha trabajado como profesor titular en la Universidad Politécnica. Poeta y novelista, en los años ochenta tuvo una intensa producción literaria, que fue recibida como una de las más interesantes de la nueva literatura española, y que inició con la publicación en 1979 de su novela “El grito”, y el libro de poemas “Los sitios interiores” en 1980, a los que siguieron títulos como “El corazón del lobo”, “El sueño de Torba” o “Barranco”, última de sus publicaciones en Cátedra en 1985, así como dos libros de relatos. Vino luego un largo silencio editorial, que decidió romper en 2009 con la publicación del libro de poemas “Maneras de volver”, al que siguió en 2011 “Las cartas que debía” y en 2012 “La vida en un puño”, antología publicada en Paraguay, y “Pie de página”, publicada también en 2012 por la Institución Alfons El Magnànim. En enero de 2.014 publicó el libro de poemas “Ácido almíbar” y en octubre de 2.016 “No eres nadie hasta que te disparan”. Con la publicación en abril de 2018 de su novela “El último gin-tonic”, comparece de nuevo ante crítica y lectores como narrador.
Ha participado en Festivales poéticos y encuentros celebrados en Europa, Hispanoamérica y Asia. Obra suya ha sido traducida y publicada en francés, inglés, italiano, húngaro y japonés.
Rafael Soler nació en Valencia y reside en Madrid, donde ha trabajado como profesor titular en la Universidad Politécnica. Poeta y novelista, en los años ochenta tuvo una intensa producción literaria, que fue recibida como una de las más interesantes de la nueva literatura española, y que inició con la publicación en 1979 de su novela “El grito”, y el libro de poemas “Los sitios interiores” en 1980, a los que siguieron títulos como “El corazón del lobo”, “El sueño de Torba” o “Barranco”, última de sus publicaciones en Cátedra en 1985, así como dos libros de relatos. Vino luego un largo silencio editorial, que decidió romper en 2009 con la publicación del libro de poemas “Maneras de volver”, al que siguió en 2011 “Las cartas que debía” y en 2012 “La vida en un puño”, antología publicada en Paraguay, y “Pie de página”, publicada también en 2012 por la Institución Alfons El Magnànim. En enero de 2.014 publicó el libro de poemas “Ácido almíbar” y en octubre de 2.016 “No eres nadie hasta que te disparan”. Con la publicación en abril de 2018 de su novela “El último gin-tonic”, comparece de nuevo ante crítica y lectores como narrador.
Ha participado en Festivales poéticos y encuentros celebrados en Europa, Hispanoamérica y Asia. Obra suya ha sido traducida y publicada en francés, inglés, italiano, húngaro y japonés.
Savari
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