EL
QUETZAL Y LA JUNGLA
María Sangüesa
Editorial Font, 2017
(Monterrey)
Traducción
al maya: Feliciano Sánchez Chan
Traducción al inglés: Zaira Eliette Espinosa
Ilustraciones: Sandra Gobet
Traducción al inglés: Zaira Eliette Espinosa
Ilustraciones: Sandra Gobet
Un panorama
María Sangüesa ha presentado en otoño un poemario editado por Font en
México, país origen del libro y donde ya fue presentado por la autora con un título que anticipa
el universo al que nos aproxima. El quetzal, ave de plumas preciosas, está
relacionado con la cultura tolteca y con la maya para las que ha sido un animal
sagrado, sinónimo de vida, de valor y de fertilidad y habitante del bosque de
niebla, la jungla. Este universo húmedo y mitológico es el ecosistema que
transmite la autora en el que el componente humano es uno más. Lo hace con
diecinueve poemas que componen no un libro de viaje, sino un libro inspirado en
el viaje.
¿Cómo atrapar el tiempo tras la cámara?
El
poemario desgrana, a partir de la imagen mítica y absoluta del quetzal y su
entorno, la impronta del viaje, el conocimiento sentimental de la tierra
visitada y la compenetración con el mundo maya; y nos vuelve a recordar que la
poesía es un vehículo hermoso para desentramar la historia de lo aprehendido y
de lo sentido, es decir, del verdadero viaje.
Escucho, miro, siento…
Quizá no todo sea ruido entre sus voces.
Quizá no todo sea ruido entre sus voces.
El quetzal y la jungla es un libro lleno de color, por dentro y por fuera, con las
acertadas y deliciosas ilustraciones de Sandra
Gobet. Y es un libro universal porque está escrito en español y traducido
al maya y al inglés por Feliciano
Sánchez Chan y Zaira Eliette
Espinosa, respectivamente. Es, también, un libro para el conocimiento.
María Sangüesa penetra en el idioma autóctono y poetiza con vocablos mayas que
se ofrecen en un glosario. ¿Se puede calificar un libro así? No sería justo
hacerlo porque es un libro joya, absolutamente bello, flanqueado por páginas de
cortesía intermedias con ilustraciones lineales y por los coloridos dibujos de Gobet. Hasta su tacto es acogedor e
invita al recreo de la lectura, ese recreo que tanto buscan los amantes de los
libros.
Por
tanto, éste es un libro nacido del viaje, entendido éste desde la conciencia
abierta que acepta lo nuevo, los universos que se exploran y se conocen gracias
al viaje. A lo largo de la lectura, comprendemos que el interés de la autora
por la cultura maya fue sustituido en algún momento por el conocimiento y a
éste le sucedió la admiración. Y se entiende, leyéndole, que su periplo hacia
el mundo maya le ha enriquecido en lo personal y, por tanto, en lo literario,
transmitiendo el panorama adecuado para trasladar al lector sus emociones, interpretado
según Ortega y Gasset que escribe: Hay
tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama.
Contra jirones de las nubes
un vuelo de quetzal seduce el cielo,
salvaje libertad en las alturas.
Comprendo que hasta hoy
no había desvelado
la auténtica belleza ni el sentido
que esconden los quetzales de la jungla.
un vuelo de quetzal seduce el cielo,
salvaje libertad en las alturas.
Comprendo que hasta hoy
no había desvelado
la auténtica belleza ni el sentido
que esconden los quetzales de la jungla.
María Sangüesa |
No
hay mejor prueba de tal cosa que la incorporación de los nuevos vocablos,
palabras que María Sangüesa trata
con naturalidad lo que demuestra la calidad como viajera de la autora y su
especial sensibilidad por culturas que no son la suya. La inclusión de estos
términos en textos tan emocionales como son los poéticos, delata un respeto
absoluto por lo exógeno y el dominio del idioma propio. En estos diecinueve
poemas, cargados con su propia sentimentalidad, la autora delata su interés e
inmersión en una cultura que no es la suya, pero que hace suya y generosamente
transmite, creando en el lector el ecosistema cognitivo, si se puede decir así,
con el que aproximarse también a lo maya.
El Quetzal y la jungla es un poemario bello, en cascada, gracias a la numeración
de los poemas como única guía para su lectura. Su poética es limpia, bella y
brillante. Ni una coma de más, ni una coma de menos. Articulados con la sonora
métrica del endecasílabo en un ejercicio expresivo fantástico en el que la
poesía duplica su valor y lo transfiere con naturalidad. Así como el buen
paisajista hace revivir la luz en un lienzo para que esa luz precisa penetre en
la consciencia del público y elabore en ella un discurso tridimensional, un
paisaje efervescente y vivo, María
Sangüesa construye la silueta de su mensaje sobre poemas impregnados de los
recursos lingüísticos necesarios para que el lector se zambulla en la cultura
maya, en el crisol mexicano y en un particular entendimiento de lo natural, tan
enorme y mágico para los europeos. La naturaleza es elemento fundamental y
complejo en este libro, tan bien tratada que se convierte en el vigoroso
soporte de su poética.
Entonces
aprendes que saberte humano es algo mínimo
- materia quebradiza e inestable -
dentro de una creación exuberante.
Comprendes: vida y muerte son un Todo
que consiste en nacer para morir
y seguir renaciendo para siempre.
Entonces
aprendes que saberte humano es algo mínimo
- materia quebradiza e inestable -
dentro de una creación exuberante.
Comprendes: vida y muerte son un Todo
que consiste en nacer para morir
y seguir renaciendo para siempre.
Henri
Miller dijo, refiriéndose al viaje, que nuestro destino no es un lugar, sino
una manera de ver las cosas. El Quetzal
y la jungla es la nueva manera de ver las cosas de María Sangüesa, lleva en sus versos el diferencial específico de lo
asimilado, pretende ser un libro universal, abierto e integrador. Es un
panorama.
Septiembre 2018
María
Sangüesa nació en Alhucemas, Marruecos, con nacionalidad española y ha pasado
parte de su vida en Valencia y, parte, en Madrid. Estudió Publicidad y Arte y
Decoración y, más tarde, se licenció en Historia de España y en Biblioteconomía
y Documentación. Ha colaborado en las revistas y antologías de narrativa y
poesía, las últimas: Enésima hoja (Ed.
Cuadernos del Laberinto, 2012); Atlas de
poetas viajeras, (Ed. Cuadernos del Laberinto, 2013); Microesferas (Ed.
Lastura2014); Erotizhadas (Ed.
Unaria, 2014). Ha sido coordinadora, hasta 2018, de la tertulia semanal
Pensamiento Marginal, del Ateneo de Madrid y ha publicado los libros Del Más Allá, cuentos de fantasmas (2007), La Piel
del Viento (2009), Juegos de Sirena (2012,
Huerga y Fierro Editores) y Casi
luego, casi tarde (2014, Huerga y Fierro Editores), Raíces en las brumas (2015, Lastura), Vuelo de estaciones en los pasos (2017, Font). Y ha compuesto
letras de canciones para Javier Calle, editadas en 2010 y del disco Rockesía,
2014.
Savari
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