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jueves, 29 de noviembre de 2018

Un panorama. Reseña de El Quetzal y la Jungla, de María Sangüesa




EL QUETZAL Y LA JUNGLA

María Sangüesa

Editorial Font, 2017 
(Monterrey)

Traducción al maya: Feliciano Sánchez Chan
Traducción al inglés: Zaira Eliette Espinosa
Ilustraciones: Sandra Gobet





Un panorama

María Sangüesa ha presentado en otoño un poemario editado por Font en México, país origen del libro y donde ya fue presentado por la autora con un título que anticipa el universo al que nos aproxima. El quetzal, ave de plumas preciosas, está relacionado con la cultura tolteca y con la maya para las que ha sido un animal sagrado, sinónimo de vida, de valor y de fertilidad y habitante del bosque de niebla, la jungla. Este universo húmedo y mitológico es el ecosistema que transmite la autora en el que el componente humano es uno más. Lo hace con diecinueve poemas que componen no un libro de viaje, sino un libro inspirado en el viaje.

¿Cómo atrapar el tiempo tras la cámara?

El poemario desgrana, a partir de la imagen mítica y absoluta del quetzal y su entorno, la impronta del viaje, el conocimiento sentimental de la tierra visitada y la compenetración con el mundo maya; y nos vuelve a recordar que la poesía es un vehículo hermoso para desentramar la historia de lo aprehendido y de lo sentido, es decir, del verdadero viaje.

Escucho, miro, siento…
Quizá no todo sea ruido entre sus voces.

El quetzal y la jungla es un libro lleno de color, por dentro y por fuera, con las acertadas y deliciosas ilustraciones de Sandra Gobet. Y es un libro universal porque está escrito en español y traducido al maya y al inglés por Feliciano Sánchez Chan y Zaira Eliette Espinosa, respectivamente. Es, también, un libro para el conocimiento. María Sangüesa penetra en el idioma autóctono y poetiza con vocablos mayas que se ofrecen en un glosario. ¿Se puede calificar un libro así? No sería justo hacerlo porque es un libro joya, absolutamente bello, flanqueado por páginas de cortesía intermedias con ilustraciones lineales y por los coloridos dibujos de Gobet. Hasta su tacto es acogedor e invita al recreo de la lectura, ese recreo que tanto buscan los amantes de los libros.

Por tanto, éste es un libro nacido del viaje, entendido éste desde la conciencia abierta que acepta lo nuevo, los universos que se exploran y se conocen gracias al viaje. A lo largo de la lectura, comprendemos que el interés de la autora por la cultura maya fue sustituido en algún momento por el conocimiento y a éste le sucedió la admiración. Y se entiende, leyéndole, que su periplo hacia el mundo maya le ha enriquecido en lo personal y, por tanto, en lo literario, transmitiendo el panorama adecuado para trasladar al lector sus emociones, interpretado según Ortega y Gasset que escribe: Hay tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama.

Contra jirones de las nubes
un vuelo de quetzal seduce el cielo,
salvaje libertad en las alturas.
Comprendo que hasta hoy
no había desvelado
la auténtica belleza ni el sentido
que esconden los quetzales de la jungla.
María Sangüesa

No hay mejor prueba de tal cosa que la incorporación de los nuevos vocablos, palabras que María Sangüesa trata con naturalidad lo que demuestra la calidad como viajera de la autora y su especial sensibilidad por culturas que no son la suya. La inclusión de estos términos en textos tan emocionales como son los poéticos, delata un respeto absoluto por lo exógeno y el dominio del idioma propio. En estos diecinueve poemas, cargados con su propia sentimentalidad, la autora delata su interés e inmersión en una cultura que no es la suya, pero que hace suya y generosamente transmite, creando en el lector el ecosistema cognitivo, si se puede decir así, con el que aproximarse también a lo maya.

El Quetzal y la jungla es un poemario bello, en cascada, gracias a la numeración de los poemas como única guía para su lectura. Su poética es limpia, bella y brillante. Ni una coma de más, ni una coma de menos. Articulados con la sonora métrica del endecasílabo en un ejercicio expresivo fantástico en el que la poesía duplica su valor y lo transfiere con naturalidad. Así como el buen paisajista hace revivir la luz en un lienzo para que esa luz precisa penetre en la consciencia del público y elabore en ella un discurso tridimensional, un paisaje efervescente y vivo, María Sangüesa construye la silueta de su mensaje sobre poemas impregnados de los recursos lingüísticos necesarios para que el lector se zambulla en la cultura maya, en el crisol mexicano y en un particular entendimiento de lo natural, tan enorme y mágico para los europeos. La naturaleza es elemento fundamental y complejo en este libro, tan bien tratada que se convierte en el vigoroso soporte de su poética.

Entonces
aprendes que saberte humano es algo mínimo
- materia quebradiza e inestable -
dentro de una creación exuberante.
Comprendes: vida y muerte son un Todo
que consiste en nacer para morir
y seguir renaciendo para siempre.

Henri Miller dijo, refiriéndose al viaje, que nuestro destino no es un lugar, sino una manera de ver las cosas. El Quetzal y la jungla es la nueva manera de ver las cosas de María Sangüesa, lleva en sus versos el diferencial específico de lo asimilado, pretende ser un libro universal, abierto e integrador. Es un panorama.


Laura Gómez Recas
Septiembre 2018



María Sangüesa nació en Alhucemas, Marruecos, con nacionalidad española y ha pasado parte de su vida en Valencia y, parte, en Madrid. Estudió Publicidad y Arte y Decoración y, más tarde, se licenció en Historia de España y en Biblioteconomía y Documentación. Ha colaborado en las revistas y antologías de narrativa y poesía, las últimas: Enésima hoja (Ed. Cuadernos del Laberinto, 2012); Atlas de poetas viajeras, (Ed. Cuadernos del Laberinto, 2013); Microesferas (Ed. Lastura2014); Erotizhadas (Ed. Unaria, 2014). Ha sido coordinadora, hasta 2018, de la tertulia semanal Pensamiento Marginal, del Ateneo de Madrid y ha publicado los libros Del Más Allá, cuentos de fantasmas (2007), La Piel del Viento (2009), Juegos de Sirena (2012, Huerga y Fierro Editores) y Casi luego, casi tarde (2014, Huerga y Fierro Editores), Raíces en las brumas (2015, Lastura), Vuelo de estaciones en los pasos (2017, Font). Y ha compuesto letras de canciones para Javier Calle, editadas en 2010 y del disco Rockesía, 2014.



Savari

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